Adaptación de la ciudad al calor extremo

Las ciudades en verano son más vulnerables a los efectos negativos de las altas temperaturas y  cada vez son más frecuentes debido al cambio climático, por tanto hay que tomar medidas en las ciudades.

Desde hace varios años, las olas de calor se repiten de forma continuada durante la época de verano, es un recordatorio de lo que ocurrirá con más frecuencia a partir de ahora debido al cambio climático que en estos momentos no se puede revertir, aunque sí mitigar. La enorme cantidad de gases del efecto invernadero que ha emitido el ser humano ya permanecerá durante décadas en la atmósfera, con lo que el calentamiento no cederá de momento.

Estas olas de calor afectan especialmente a las ciudades, debido al efecto de “isla de calor urbano” que magnifica los impactos en comparación con el campo, donde hay más vegetación.

Posibles medidas para mitigar las altas temperaturas en la ciudad, son:

– Tejados fríos: Son las partes más expuesta al sol en verano y al frío en invierno. Implementar jardines en las terrazas o tejados de los edificios, sería muy beneficioso debido, por una parte, retienen CO₂ y por otra impiden que dé el sol, retienen el agua y bajan la temperatura. En ocasiones, basta con pintar de blanco los techos o cubrir los tejados con láminas reflectantes, para que reflejen más luz solar y absorban menos calor. Estas medidas no solo ayudan a bajar las temperaturas en el interior de los edificios, sino también a reducir su consumo energético en hasta un 20%.

– Pintar las calles y reducir el asfalto: En verano el asfalto alcanza temperaturas de hasta 65 grados Celsius y calientan el aire que hay sobre ellos, es uno de los principales causantes del efecto isla de calor. Entre las medidas para amortiguar este efecto está emplear colores más claros para crear superficies más reflectantes.

– Más vegetación: implementar árboles más grandes y arbustos para dar sombra y reducir la temperatura.

– Nuevo urbanismo: Renovar los barrios para adaptar el urbanismo a las llamadas ciudades de 15 minutos, donde todas las necesidades básicas deben satisfacerse a menos de un cuarto de hora a pie o en bicicleta desde el domicilio. Este diseño urbano reduce el número de vehículos y de asfalto en la ciudad, lo que contribuye de nuevo a rebajar el efecto isla de calor.

– Implementar más fuentes: son elementos que refrescan el ambiente y baja las temperaturas del ambiente.

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