¿Qué es el Aglomerado asfáltico y cuáles son sus usos?

A medida que avanzaron los medios de transporte surgió la necesidad de evolucionar las vías por las que transitan nuestros vehículos. Las carreteras son uno de los lugares donde más seguridad debemos llevar como conductores. Para solventar esta necesidad se ideó el aglomerado asfáltico. Un tipo de material que se usa para cubrir las carreteras y calles y así mejorar el tránsito vehicular.

La sustancia de la que hablamos es un derivado del petróleo que después de una serie de transformaciones resulta en una flexible mezcla que al tiempo se solidifica dando como fin un firme transitable y eficiente.

El aglomerado asfáltico es un tratamiento muy usado.

Dicha mezcla es popular por su utilidad generalizada para pavimentar calzadas, aunque otros de sus usos no tan conocidos es el revestimiento de superficies como presas o canales por sus numerosas propiedades.

asfalto

¿Cuáles son las propiedades y características del aglomerado asfáltico?

De forma general, las mezclas asfálticas son utilizadas para mejorar la resistencia o reparar construcciones, no obstante, la preparación influye en la reacción ante el deterioro y las condiciones climáticas.

Se caracteriza por su gran:

  • Durabilidad
  • Adherencia
  • Impermeabilización

 

Son estas propiedades las que lo hacen idóneo para las funciones anteriormente señaladas.

Una de las tareas más delicadas e importantes al colocar el aglomerado asfáltico es su compactación, ya que, en gran parte, de ella va a depender la calidad final del suelo.
La compactación es un proceso meticuloso. Se trata de lograr una determinada densificación marcada densidad que impida irregularidades y garantice su durabilidad.
Acabado: dependiendo de la calidad del acabado que se requiera, la compactación del aglomerado deberá hacerse de una forma u otra.

Las carreteras deben tener un firme seguro, por lo que hay que evitar todo tipo de irregularidad que provengan del terreno.
También hemos mencionado que el aglomerado asfáltico logra una gran regularidad en la superficie de los pavimentos.

Existen dos tipos de mezclas posibles a la hora de elaborar el aglomerado asfáltico, esto depende de la temperatura. La temperatura de la compactación no puede ser ni muy elevada, porque provoca una inestabilidad en la mezcla, ni muy baja, ya que al entrar en contacto con la temperatura ambiente se enfría rápidamente e impide la compactación.
Distinguimos entre:

  • La mezcla caliente, que debe compactar en temperaturas superiores a los 120 grados centígrados, sin causar agrietamientos.
    Para este modo, se utiliza betún asfáltico, una sustancia negra pegajosa y de gran viscosidad que actúa como aglutinante. Procede de la destilación del petróleo y precisa de un calentamiento previo para reducir su viscosidad y que se consiga envolverse a la hora de colocar la mezcla.
  • La mezcla fría, que debe disponer de los suficientes fluidificantes en las mezclas o de la propia agua de la emulsión. Para ello se emplean unos ligantes de baja viscosidad que permiten que la mezcla se aplique a temperatura ambiente sin dificultad ni riesgo de un mal acabado. Este método es menos utilizado por motivos económicos y contaminantes.

 

Para poder aplicar la mezcla compactada se necesita una previa preparación del terreno. Este es trabajo de las barredoras mecánicas. Son las que actúan alistando el terreno antes de aplicar el aglomerado asfáltico. Alisan el terreno en el que se colocará el aglomerado y limpia la superficie para asegurar la adhesión del material. Los brazos hidráulicos con rodillos de dicha máquina garantizan la limpieza con dos o tres pasadas.

 

En Mesasol tenemos experiencia en el sector de obra civil.

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