La certificación PEFC es líder en el territorio español abarcando, a finales del primer semestre de 2020, una superficie total de 2.351.359 hectáreas. La gestión forestal sostenible con certificación PEFC es una herramienta transformadora que asegura y garantiza las medidas económicas, sociales y ambientales más rigurosas para crecer de forma responsable, igualitaria y justa.
La certificación PEFC promueve la gestión sostenible de los bosques para conseguir un equilibrio social, económico y medioambiental de los mismos. El objetivo de PEFC es asegurar que los bosques del mundo sean gestionados de forma responsable, y que su multitud de funciones estén protegidas para generaciones futuras. Cuenta con la colaboración de propietarios y empresas del sector forestal interesadas en que la sostenibilidad del sector sea una realidad.
Mesasol apuesta por la sostenibilidad para mejorar el futuro mediante el desarrollo y la operación de infraestructuras y ciudades sostenibles. Respetamos el medio ambiente y nos comprometemos con la sociedad en preservar los bosques al mismo tiempo que realizamos con eficacia nuestros proyectos.
Extremadura duplica la superficie de monte con certificación PEFC
La Junta de Extremadura dirige sus políticas en línea con los objetivos de desarrollo sostenible 2030 y el Pacto Verde Europeo. Se encamina hacia un modelo de bioeconomía que favorezca la compra de proximidad y ayude a superar el reto demográfico.
Pedro Muñoz Barco, Director General de Política Forestal de la Junta de Extremadura, remarcó que en el territorio extremeño uno de los objetivos que se han marcado es garantizar el aprovechamiento de los recursos de manera eficiente. Con este fin, la Junta de Extremadura está elaborando una estrategia regional de bioeconomía forestal que abarca la producción de recursos biológicos renovables y su conversión a alimentos y bioenergía. Esto supone la contribución del sector forestal a la economía y al empleo verde.
Una dirección que promueve que tanto administraciones públicas como entidades privadas decidan certificar sus montes. Para así poder ofrecer una fuente de múltiples recursos gestionados de manera responsable. Es una oportunidad para los propietarios y gestores para establecer contratos de gestión con la administración pública. El fin sería la ordenación y certificación de montes protectores.
«Comprometidos con la sociedad en preservar los bosques al mismo tiempo que realizamos con eficacia nuestros proyectos»
104.844 hectáreas
La superficie certificada PEFC de la Comunidad Autónoma de Extremadura alcanza ya las 104.844 hectáreas, habiendo registrado un incremento de un 9,47% en lo que va de año.
Las masas forestales certificadas del territorio extremeño las forma, pinares, encinares y alcornocales. Son superficies que constan con los servicios ecosistémicos óptimos para criar ibéricos, trabajar el corcho y producir otros productos no madereros como la miel, las setas o la resina. La relevancia de la materia prima autóctona es una oportunidad para impulsar la bioeconomía. Además, este tipo de productos están posicionándose en el mercado y siendo demandados por sus beneficios ambientales y propiedades naturales.
Las dehesas son territorios de alto valor gastronómico por ser el nido de los preciados ibéricos. Igualmente, el corcho está revalorizándose como nuevo material sostenible, renovable y sumidero de carbono por tener unas características muy particulares que lo hacen único en el mercado. Además, su extracción ayuda a la regeneración del suelo y al mantenimiento del bien cultural de las actividades forestales con una larga tradición.
La apicultura también se pone en valor por fomentar el empleo rural y ayudar a proteger la biodiversidad. Ofrece a las abejas asilo y alimento, y colaborando así a la polinización de la flora autóctona.
Economía verde y con garantías de sostenibilidad
Extremadura tiene la climatología, la superficie y la masa forestal idóneas para los aprovechamientos madereros, apícolas, de plantas aromáticas y de alimentos forestales. Así, el aprovechamiento de estas dehesas y montes fija CO2. La gestión sostenible del territorio y la trazabilidad de sus recursos crean un tejido económico con perspectiva local que aumenta la resiliencia forestal y mitiga los efectos del cambio climático.
Por ello, es necesario mantener esta dirección hacia una economía verde y con garantías de sostenibilidad. Se podrá entonces trazar el origen sostenible y asegurar los recursos forestales a través de la Certificación en Cadena de Custodia desde el monte hasta el consumidor final.
Por ello, en Mesasol queremos promover desde los organismos públicos y privados el material certificado para que las medidas sostenibles se pongan en valor. Es un reto que se será prioritario en esta etapa post covid ahora que los bosques son más vulnerables que nunca y que irá en línea con las estrategias medioambientales internacionales.