El movimiento de tierras está presente en todas las obras de construcción en las que se llevan a cabo acciones con el terreno, es el primer paso de la mayoría de las obras.
Entendemos por movimiento de tierras a las operaciones realizadas para preparar un terreno natural en las fases previas a una obra.
Comprende tareas desde planificación, despeje y desbroce o replanteo hasta excavaciones, carga y descarga y humectación de la superficie en la que se trabaja.

Cada una de las fases que vamos a explicar a continuación, son fundamentales ya que afectan de manera directa en el éxito del proyecto de obra.

Fases del movimiento de tierras.

1. Estudio y permisos

En primer lugar, es necesario realizar un previo estudio geotécnico para conocer propiedades y características del suelo, para así poder plantear el trabajo que vamos a realizar y para a su vez poder solicitar los permisos que se precisen.

Debemos estudiar tanto nuestro terreno como los colindantes, hay que poner en consideración aspectos como los suministros de agua, gas y electricidad, cableado telefónico, alcantarillado, calzadas…

Hay diferentes características de suelo que debemos tener en cuenta, como la densidad o la cohesión. Estos factores influirán en el rendimiento y en el desarrollo del proyecto, puesto que gracias a este primer planteamiento o valoración sabremos que herramientas o máquinas debemos utilizar.
También tendremos en cuenta el clima y las condiciones topográficas para poder realizar con éxito el movimiento de tierras.
Será necesario además marcar puntos de referencia que nos sirvan para recopilar información topográfica y determinar el área de nuestro trabajo.
Hay que tener claras las normas y recomendaciones para que todo el proceso sea efectivo.
Para la solicitud de permisos, debemos tener claro que actividades vamos a realizar, puesto que para acciones como la poda o tala, el vertido de desechos sobrantes a vertederos o el uso de explosivos para la erosión de roca precisan de autorización para su ejecución.
Es muy importante también que los trabajadores se familiaricen con la maquinaria y el terreno, puesto que conocer el espacio de trabajo es una de las principales formas de evitar el riesgo, además de realizar una serie de controles previos.

Para continuar, una vez realizado el paso de previo estudio, el movimiento de tierras será precedido del despeje y desbroce.

2. Despeje y desbroce

Consiste en la retirada de la capa vegetal. Hablamos de despeje y desbroce.

Antes de proceder al movimiento de tierras, se suelen realizar actuaciones a nivel de la superficie del terreno, sobre la que se asentará la obra. Estos serán trabajos de limpieza del terreno, es decir, eliminación de plantas, maleza, basura, broza… que podamos encontrar en el suelo en el que trabajamos.
Estos desechos que vamos a eliminar están previamente señalados, los árboles que vamos a talar nos serán indicados, y cumpliendo con la normativa se trasladarán a los vertederos planificados y autorizados.
Como hemos mencionado antes, para la tala de árboles y el vertido de los productos sobrantes en lugares autorizados necesitamos obtener una serie de permisos, sin los cuales no podremos realizar ninguno de estos trabajos.

Cuando tenemos el terreno apto, damos inicio a los trabajos de replanteo.

3. Replanteo

Una vez realizado el despeje y desbroce, el siguiente paso es el replanteo.
En esta fase se controlan los accesos al terreno de trabajo para camiones, máquinas, rampas…

La maquinaria que utilizamos en proyectos de movimiento de tierras es muy pesada y difícil de manipular, debemos planificar su actuación de manera efectiva, de manera que el trabajo de dichas máquinas sea claro y no den pasos en falso, puesto que esto supondría un impacto desfavorecedor en el proyecto, tanto físico como económico.
Por ello es preciso proyectar donde se ubicarán los accesos y rampas para la salida y entrada de maquinaria que vamos a usar y establecer donde vamos a poner los vertederos de residuos.

4. Excavaciones

Las excavaciones pueden ser manuales o con máquinas. Dependiendo del volumen de la excavación se empleara una u otra técnica.
El objetivo de las excavaciones son las cimentaciones.

Este proceso es el conocido como propio movimiento de tierras, ya que los procesos anteriores están relacionados con la preparación.
Esta fase se segmenta según diferentes puntos de vista.
Por un lado, se puede distinguir entre excavaciones en tierra y excavaciones en roca, dado que no es igual trabajar en terreno arenoso que en terreno rocoso.
Para realizar excavaciones en roca necesitaremos explosivos. Esta es una operación más peligrosa que precisa de un plan de seguridad riguroso.
Dentro de las excavaciones en tierra, existen diferentes tipos de excavación:

– Desmonte. Este proceso consiste en retirar la capa superficial. En este proceso se saca de la zona de trabajo la tierra junto con residuos, maleza, rastrojos…, generalmente en grandes volúmenes, que está por encima de la rasante del plano de arranque de la edificación y nos interrumpe o deforma, es decir, por encima de donde proyectamos que vamos a empezar a construir. El fin del desmonte es limpiar el rasante del terreno, obteniendo un plano óptimo para la obra.Resumidamente, el desmonte es mover el terreno que se ubica por encima de la rasante del plano.
En ocasiones esta fase o tipo de excavación se sitúa dentro del proceso de despeje y desbroce.

– Vaciado. El vaciado consiste en retirar tierra, para rebajar su cota, para llegar al plano necesario para la construcción. Antes del vaciado el plano de arranque se sitúa por debajo del terreno, con lo que tenemos que eliminar la tierra para llegar al plano que necesitamos. En el vaciado realizaremos una excavación en la tierra hasta llegar al plano donde comenzaremos la edificación

– Terraplenado. El proceso de terraplenado es contrario al vaciado. Consiste en nivelar y aumentar el terreno cuando necesitamos que nuestra cimentación empiece por encima del nivel actual, es decir, hay que aumentar la altura del suelo, poniendo tierra u otros materiales hasta que se alcance el nivel necesario para arrancar la obra.

5. Carga, transporte y descarga

En esta quinta fase, se comienza el desplazamiento de material de un lugar a otro usando maquinaria especializada. Para esta fase utilizaremos palas cargadoras, excavadoras o mototraíllas, estas últimas son máquinas con la potencia y tracción necesaria para una alta producción, especializadas en las grandes obras de excavación y carga.
Para el transporte, se utilizan generalmente camiones o dumpers, que llevan el material a los vertederos autorizados.

6. Humectación o desecación

Esta fase va ligada con la siguiente, puesto que para la extensión y compactación se precisa de una humedad del terreno concreta. Se llevarán a cabo tareas de aportar o eliminar agua, tratando de conseguir la humedad idónea del suelo. Estas tareas comprenden el regado, el secado o la incorporación de materiales secos que corrijan el exceso de humedad.

7. Extensión y compactación del terreno

La extensión pretende mejorar el perfil del terreno o restituirlo después de la excavación. Sirve de base para construcciones. Dependiendo del uso que se le dará se usarán diferentes materiales y se dará más o menos peso a la compactación.

En la compactación se aplica fuerza sobre el terreno para que posea la resistencia adecuada, eliminando huecos, para que sea estable, seguro y duradero. Para la compactación se utilizan compactadoras de rodillo.

En terrenos donde la cohesión es difícil, son precisas las entibaciones, estas son estructuras de contención provisionales, que estabilizan el terreno.

8. Refine y saneo

Este proceso es prácticamente el último del movimiento de tierras, se lleva a cabo para alcanzar un acabado geométrico perfecto. Para esta fase también se emplea motoniveladoras que realicen unas cuantas pasadas por el suelo que se está tratando.

Es importante señalar que todos estos trabajos se realizan con extrema precaución y tomando en cuenta todos los factores que pueden afectar el procedimiento.

En Mesasol tenemos experiencia en proyectos de movimiento de tierras

Trabajamos en la realización de numerosas obras que precisan de cada una de las fases mencionadas anteriormente.